El segundo retrato. Se supone que es un dios (ver la entrada que va justo antes que ésta, titulada Amadeus), y por eso tiene los ojos blancos. Éste me ha salido cabezón.
El tercer y cuarto retrato tienen historia:
Resulta que iba yo en el tranvia dibujando el retrato 3 cuando han subido tres chicas que han visto lo que estaba haciendo, les ha gustado y me han pedido que se lo dedicara. Y bueno, yo muy contento por hacer algo útil, acabo el retrato 3, se lo doy a Tamara y me pongo a hacer el cuarto para Ana, y cuando voy a acabarlo llegamos a mi parada. Con las prisas le doy a Ana la libreta entera sin arrancar la hoja y me bajo (XD si es que soy un despiste). Cuando me doy cuenta corro hasta la siguiente parada, y cuando llego ella se ha bajado y me da la libreta. Entonces acabo de dibujarle el retrato 4 y nos quedamos charlando hasta que llegan nuestros respectivos tranvias.
Una curiosa anécdota (y un ratico inolvidable, como diría Artemisa).
2 comentarios:
Hola Pepelu!!
El retrato te ha quedado fenomenal!! en absoluto cabezón.
Me alegro de que tus amigas reconozcan lo bien que dibujas ;) y de que pasarás un ratico inolvidable!!
Gracias por acordarte de mi y nombrarme en tu blog!!
Un beso!
Hola Artemisa!
Bueno, teniendo en cuenta que no he hecho unos ojos extraños se puede decir que no está mal del todo...
Y lo de las tres chicas del tranvia, en realidad yo no las conocía de nada, por eso es tan curioso XD.
No me tienes que agradecer nada, al fin y al cabo simpre comentas mis dibujos (ya eres de la familia! XD)
Besos!
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